lunes, 20 de abril de 2009

Y que le voy a hacer si soy un cerdako?

Bueno, pues aquí estamos de nuevo.
Después de algunos días de secano (demasiado para mi gusto) decidí plantarme el martes en el hell y todo mi energía sexual contenida estalló nada más llegar allí. No tarde en bajar el sótano y alimentarme durante un rato de un chico fibrado y pollón que me la ofreció entera. Y al rato se fueron acercando unos cuantos más a ofrecerme carne, viendo con la desesperación con que devoraba la polla de aquel chico. Pero conforme más lamia, mi culo palpitaba y reclamaba también su parte, así que me di la vuelta y se lo ofrecí para que me violara sin contemplación. Estuvimos así un rato, y vi como un hombre, peludo, alto y con pinta de cabronazo esperaba también el momento de follarme, pero me corrí al ritmo de la embestidas y tuve que subir a descansar. Cuando ya me encontraba en forma, el cabronazo se estaba yendo así, ke baje y deje que me comieran la polla un rato, pero ya nadie más me folló y me quedé con ganas...
Asi que el viernes decidí volver otra vez, y nada más entrar salio el cerdako que hay en mi. Caliente y con el suspensorio puesto, pero no fue una noche a la alturas de la expectativas. Había un tiarron tatuado, pero era muy frío, y no cuajó, y después un chaval muy caliente, pero tan pasivo como yo y yo necesitaba ser follado...
Salí del hell un pelín colocado e insatisfecho. Llegue a mi casa pero me encontraba con ganas de más. El camarero del infierno me hablo de otro local, the paw, que ya había leído acerca de él en días de vicio, así que busque la dirección (Tengo todo el vicio al lado de casa!!) y me dirigí hacia allí con mi calentón-colocón. Aunque llegué un poco nervioso, el olor a sexo y la cantidad de tíos que había me sirvió para desinhibirme, y no tarde en ir a la parte de abajo y entregarme a esa marea de cuerpo. Me follaron me lamieron, me escupieron, uff. me dieron lo que necesitaba.
Dios, estoy deseando de una próxima, ya!

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